Mohammed Ashraf no va a la escuela.
Desde que sale el sol hasta que asoma la luna, él corta, recorta, perfora, arma y cose pelotas de fútbol, que salen rodando de la aldea paquistaní de Umar Kot hacia los estadios del mundo.
Mohammed tiene once años. Hace esto desde los cinco.
Si supiera leer, y leer en ingles, podría entender la inscripción que él pega en cada una de sus obras: Esta pelota no ha sido fabricada por niños.
(Eduardo Galeano, “Bocas del tiempo”; 2007:58)
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3 comentarios:
Umm alguien me aconsejó este libro hace tiempo pero no llegué a leerlo. Este es un buen momento para "reordenarlo" en mi lista de libros pendientes.
Un saludo
No sé cómo he llegado hasta aquí, pero me alegro. Lo mejor de este azar saltarín de la blogosfsera
son estos momentos enque uno como un picasso pardillo encuentra cuando no buscaba nada.
Enhorabuena es un espacio muy sugerente.
te leo.
un saludo.
te leo o más bien leo a toda sta gente tean grande que vas subiendo..
si no te importa te enlazo.
Sit eimporta dímelo y ya.
salud
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