lunes, 24 de marzo de 2008

El Movimiento Campesino de Santiago del Estero

13/08/2006
El Movimiento Campesino de Santiago del Estero
Por Patricia Durand1.
Las primeras luchas
Si bien el Movimiento Rural de la Acción Católica había actuado en la provincia de Santiago del Estero, no llegaron a formarse Ligas Agrarias en ese territorio, probablemente porque el principal conflicto que atravesaba a los campesinos de esta provincia era la lucha por la tierra, mientras que en las provincias donde las Ligas fueron más dinámicas -Chaco, Misiones y Santa Fe-, el principal problema era la comercialización con la agroindustria. Los pequeños productores que participaron en las Ligas de esas provincias eran agricultores que lograban cierto grado de capitalización de su chacra, la mayoría eran “colonos” propietarios de sus tierras, y en muchos casos “gringos” –inmigrantes europeos-. En Santiago del Estero casi no hubo procesos de colonización; la población rural era “criolla”, formada por campesinos asentados mayoritariamente en tierras sin títulos de propiedad; muchos habían sido trabajadores forestales hasta que las empresas forestales se retiraron. No es casual entonces, que las luchas campesinas en Santiago del Estero hayan tomado un camino diferente. Un primer antecedente de lucha campesina para resistir un intento de desalojo se registró en la década de 1960 y tuvo lugar en el paraje de Suncho Pozo, dentro de la Zona Este de la Santiago del Estero (1). El origen de los pobladores de Suncho Pozo, asentados desde hacía más de dos generaciones en la zona, databa de la época en que esa zona de la provincia era el centro de la actividad obrajera para extracción de quebracho colorado y demás maderas duras para la producción de durmientes y postes. Los padres y abuelos de los miembros de la comunidad eran hacheros, trabajadores de los obrajes (Benencia, 1996). La actividad depredadora de las empresas obrajeras fue dejando a su paso desiertos y fachinales, ya que era una actividad caracterizada por la tala indiscriminada de las especies arbóreas. Además de los árboles talados para durmientes y postes, se cortaban otras especies para producir carbón y leña, que se imponían como combustible en esa época (Dargoltz, 1980). A medida que se fue agotando el bosque las empresas se fueron retirando, dejando tras de sí recursos naturales agotados y trabajadores abandonados a su suerte (2). Algunos hacheros buscaron trabajo en otras zonas donde aún continuaba la extracción maderera, otros se asentaron en tierras que ya no interesaban a nadie porque habían perdido su riqueza natural. Esto hicieron los pobladores de Suncho Pozo en la segunda mitad de la década del ´40, limpiando el fachinal para tener un lugar donde levantar su vivienda y cultivar algo para vivir. Con el tiempo estos antiguos trabajadores rurales se fueron transformando en campesinos en la medida en que el mercado les permitía la entrada como productores marginales, por ejemplo de algodón. La tarea en la propia explotación se alternaba con ocupaciones diversas en el área o fuera de ella. En la década del 60, cuando estos productores habían demostrado que en esas tierras se podía cultivar, y en un momento en que el algodón era rentable, comenzaron los reclamos por parte de una compañía que había comprado las tierras al antiguo dueño. La empresa inició un juicio por desalojo y los campesinos, ante una amenaza concreta sobre sus tierras, comenzaron a organizarse. Las familias formaron comisiones, se constituyeron en asambleas, organizaron grupos de vigilancia y de resistencia, y delegaron las acciones legales en un abogado que los mantuvo informados sobre las distintas instancias del juicio -que se extendió desde 1963 hasta 1973- (Benencia, 1996).En 1973 los pobladores volvieron a ponerse en estado de alerta al enterarse que el juicio se perdía. Comenzaron a movilizarse nuevamente, acudieron a los políticos provinciales al mismo tiempo que sus familiares migrantes en Buenos Aires se acercaron a los periódicos porteños para que se conociera la situación de las familias de Suncho Pozo. El conflicto se agudizó cuando se concretó la sentencia firme de desalojo y se derribó la vivienda de una de las familias. El abogado elevó un escrito y pidió audiencia a Juan Domingo Perón, presidente de la Nación en ese momento. Por otra parte, cuando se estaba por llevar a cabo el siguiente desalojo, las familias opusieron resistencia. Las mujeres y los niños se ubicaron dentro de la vivienda que se pretendía derribar mientras los hombres rodeaban a la policía y a los representantes de la empresa, quienes finalmente se retiraron aunque con intención de volver más tarde. Ante esta situación, el gobernador de la provincia decidió tomar una participación más activa y elaboró un decreto de expropiación de las tierras. Sin embargo, el decreto contemplaba la expropiación de tierras del mismo campo pero en un lote que coincidía sólo parcialmente con la ubicación de las familias. Esto implicó que a partir de la expropiación las familias tuvieran que trasladarse a nuevos predios, debiendo desmontar, limpiar los terrenos y construir nuevamente sus viviendas y cercos, por lo cual pasaron varios años de grandes esfuerzos para las familias hasta que pudieron volver a producir. A pesar de ello, la obtención de las tierras significó una conquista para las familias de Suncho Pozo, por lo cual bautizaron a la nueva comunidad como Suncho Pozo del Triunfo. En 1985 un nuevo conflicto por la tierra daría continuidad a esa lucha iniciada diez años antes. En Los Juríes, departamento General Taboada, los representantes de unas empresas (3)intentaron desalojar a 400 familias campesinas que ocupaban 120000 hectáreas (300 hectáreas por familia en promedio). El sacerdote católico de Los Juríes y los técnicos de INCUPO apoyaron a los campesinos para que se organizaran y defendieran sus derechos (Dargoltz, 1997). Como las distancias entre los predios eran grandes eligieron dos “delegados” por “lote (4)” para estar en contacto, informarse y tomar decisiones sobre las acciones a tomar respecto al conflicto; poco tiempo después formaron comisiones vecinales que confluyeron en una Comisión Central de Campesinos. Al año siguiente lograron que 45 familias del Lote 40 obtuvieran los títulos de propiedad, pero no se resolvió la totalidad del conflicto. Las empresas ofrecían relocalizar a las familias ofreciéndole 20 hectáreas a cada una, superficie muy inferior a la mínima unidad productiva, de 100 hectáreas (Dargoltz, 1997). El gobierno provincial apoyaba a las empresas y se negaba a recibir a los campesinos, quienes querían presentar un petitorio donde expresaban “pretendemos que se nos reconozca la propiedad de cien hectáreas por familia, para hacerlas producir y construir un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos (…)” (5). Poco tiempo después el sacerdote católico fue trasladado a la Patagonia; INCUPO se retiraba del conflicto pero nacía otra ONGDR en apoyo de los campesinos: PROINCA, formada por técnicos que se separaron de INCUPO. Las familias de Los Juríes no resolvieron completamente el problema de tierras pero fueron avanzando en aspectos productivos y de comercialización de la producción. “No sólo queremos conseguir los títulos sino también mejorar los cultivos, emprender la comercialización de los productos, trabajar por la educación y la salud y todas las reivindicaciones de las que los productores hemos sido marginados durante años y años” afirmaba Zenón “Chuca” Ledesma, presidente de la Comisión Central de Campesinos de Los Juríes, en un discurso durante el cierre de una movilización realizada en octubre de 1986 (Dargoltz, 1997). El apoyo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) les permitió reabrir la desmotadora de algodón que estaba cerrada, mejorar sus cultivos, y formar la Cooperativa Agropecuaria “Unión Campesina”, evitando de esta forma a los intermediarios abusivos. El surgimiento de estas estructuras organizativas –la Comisión Central y la Cooperativa- funcionaron como condición de posibilidad para que las familias campesinas de otros parajes pudieran organizarse, ya que este núcleo inicial de 400 familias, al compartir y difundir su experiencia, mostraban que era posible modificar la realidad (Alfaro, 1998). Mientras que lo ocurrido en Suncho Pozo tomó la forma de lucha campesina –en el sentido que le asigna Touraine-, la organización de los campesinos de Los Juríes marcó el inicio de un movimiento campesino en Santiago del Estero, ya que lo que se inició como una acción de resistencia al desalojo fue abarcando objetivos más amplios que sostuvieron a través del tiempo la acción colectiva. No se trataba sólo de lograr la titularidad de la tierra, también se proponían transformar las relaciones sociales de producción. A partir de ese momento y durante toda la década se fueron constituyendo en Santiago del Estero organizaciones campesinas con estructuras similares a la de Los Juríes: pequeñas comisiones con base territorial local, basadas en las relaciones persona a persona, que elegían representantes o delegados para formar comisiones a nivel departamental o zonal, acompañadas en algunos casos con la formación de una cooperativa agropecuaria. En 1988 se formó la Unión de Pequeños Productores del Salado Norte (UPPSAN), que había recibido apoyo del Obispado de Añatuya desde 1982. Estaba formada por 500(6) familias de semiasalariados rurales en proceso de campesinización, de los departamentos Copo y Alberdi (Alfaro, 1998). En 1989 se formó la organización Comisiones Campesinas de Pequeños Productores “Ashpa Sumaj (7)” (CCPPAS), que reunía a 500 familias de campesinos algodoneros dentro del departamento Moreno. En 1990 se constituyó otra organización: Comisiones Unidas de Pequeños Productores de Figueroa (CUPPAF), que reunía a 13 comisiones vecinales, con 610 familias campesinas; recibían apoyo del INTA y de la Iglesia Católica. En 1993 se formó Delegados Unidos de Figueroa Norte de Once Comisiones (DUFINOC), que agrupaba a 300 familias de la zona norte del departamento Figueroa (Alfaro, 1998). Posteriormente se formó la Organización Campesina de Copo, Alberdi y Pellegrini (OCCAP) como un desprendimiento de la UPPSAN; la Cooperativa de Pequeños Productores Alfalferos y Cabriteros (CAPPAC), que contaba con apoyo de FUNDAPAZ y del INTA y reunía productores de los departamentos Roble y Sarmiento. También se formó la Cooperativa Agropecuaria “Ashca Cayku” de Quimilí, que reunía productores del departamento Moreno –los mismos campesinos que habían constituido un tiempo antes la CCPAS-, y contaba con apoyo del CENEPP. 2. La constitución del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (8)Las organizaciones que se fueron formando tenían en común una estructura basada en relaciones personales pre-existentes entre familias reunidas por su cercanía geográfica, por formar parte del mismo “paraje”. Estas organizaciones -denominadas “comisiones vecinales” o sólo “comisiones”-, elegían representantes o delegados para constituir organizaciones de nivel zonal o departamental -denominadas “comisiones unidas”, “delegados unidos”, “centrales” o “unión de pequeños productores”-. En algunos casos, en forma paralela a estas organizaciones zonales, los mismos campesinos constituían otras organizaciones del mismo nivel bajo la forma de cooperativa agropecuaria, para abordar cuestiones productivas y de comercialización. En diciembre de 1989 se reunieron en Los Juríes los representantes de la mayoría de las organizaciones campesinas mencionadas anteriormente. A ese primer encuentro le sucedieron otros durante el año siguiente, en Forres, Colonia Dora y Añatuya. Finalmente el 4 de agosto de 1990, en Quimilí, se constituía formalmente el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) con dos representantes de cada organización. Se eligió como presidente a Zenón “Chuca” Ledesma, quien era presidente de la Comisión Central de Campesinos de Los Juríes. El acta fundacional del MOCASE establecía que su objetivo era: “(…) buscar soluciones a problemas comunes, ser representantes de los campesinos ante las autoridades, apoyar las peticiones de cada una de las organizaciones que lo integran respetando su autonomía, promover la capacitación en cooperativismo y gremialismo, y mejorar la calidad de vida de los pequeños productores” (Acta fundacional del MOCASE, 4/08/90). Desde sus comienzos el MOCASE asumió como estrategia central la lucha por la tierra y por mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas. El problema generalizado de tenencia precaria de la tierra por parte de los campesinos había generado un proceso de desalojos “silenciosos” en la medida en que no había conciencia sobre el derecho de posesión veinteañal y a la vez no estaban dadas las condiciones mínimas de organización para que las presentaciones ante la justicia o los reclamos ante el poder político tuvieran alguna posibilidad de éxito. La constitución del MOCASE fue un punto de quiebre con esa situación preexistente, de modo que el silencio se fue convirtiendo en conciencia del derecho. Se promovió la organización para la autodefensa de los pobladores, se acompañó con el asesoramiento legal y la defensa jurídica correspondiente, se fue logrando una mayor visibilidad política y se amplió la articulación con otros sectores de la sociedad que se sintieron atraídos por esta lucha. La estructura del MOCASE en sus inicios y hasta el 2001 estaba formada por organizaciones locales denominadas "Comisiones de Base" y por organizaciones de segundo grado constituidas por representantes de las organizaciones locales, que se denominaban "Comisión Central" o simplemente "Central". También formaban parte del MOCASE varias cooperativas campesinas. En muchos casos un/a productor/a campesino/as podía ser miembro de la cooperativa de la zona y al mismo tiempo participar en la comisión de base de su paraje que a su vez envía representantes a la Central. Se identificaba en términos generales como “organización zonal” a las Comisiones Centrales, Cooperativas y Uniones Campesinas, mientras que eran “organizaciones de base” las Comisiones que funcionaban a nivel local. El MOCASE era dirigido por una Comisión Directiva formada por presidente/a, vicepresidente/a, secretario/a, prosecretario/a, tesorero/a, protesorero/a y vocales, elegidos periódicamente. Luego de la constitución del MOCASE, y a lo largo de la década del 90, se formaron nuevas organizaciones campesinas que se fueron sumando al MOCASE como la Comisión Central de Campesinos Tata Iaia Ashpacan (en el Departamento Moreno), la Central de Campesinos La Carpa Negra de La Simona (en el Departamento Taboada), la Comisión Central Campesina de Pinto (en el Departamento Aguirre), la Comisión Central de Campesinos de Guasayán y la Unión de Pequeños Productores de Figueroa (UNPEPROF). El MOCASE comenzó a tener repercusión a nivel nacional en 1998 durante el intento de desalojo de las familias campesinas del paraje La Simona. Máquinas topadoras de gran porte avanzaron sobre las posesiones de las familias, derribando a su paso árboles, cercos, y llegando hasta la viviendas. La autodefensa ejercida por los pobladores y la contención que les ofreció el MOCASE y un conjunto de organizaciones solidarias detuvo a las topadoras, que de otro modo y en otra época hubieran conseguido su propósito. La población resistió el desalojo pasando días y noches bajo una improvisada carpa de polietileno negro, dando lugar a lo que se denominó la carpa negra de La Simona. En ese momento los medios de comunicación nacionales difundieron las imágenes de destrucción del bosque y de atropello a sus pobladores por todo el país, ayudando a extender la preocupación por las familias campesinas más allá de la frontera de Santiago del Estero. Un año después el MOCASE organizó un Congreso denominado “Campesinos y campesinas unidos en la lucha por la tierra y la justicia”, que se llevó a cabo en la ciudad capital de Santiago del Estero. La convocatoria para participar del Congreso incluyó a las organizaciones del MOCASE y a delegaciones campesinas invitadas para que pudieran compartir las jornadas y decidir su posible incorporación al MOCASE. También participaron delegaciones de otras provincias como la Asociación de Pequeños Productores del Noroeste de Córdoba (APENOC), la Unión de Pequeños Productores del Chaco (UNPEPROCH), la Asociación Civil Parque Pereyra, la Asociación de Productores Familiares de Florencio Varela, la Asociación de Pequeños Productores de la Puna, la Red Puhna de Jujuy, el Consejo Kolla de Salta y pequeños productores de Catamarca y Corrientes. Los objetivos del Congreso se referían a: (...) “la necesidad de reflexionar sobre la situación del sector campesino en el contexto provincial y nacional, a partir de lo cual sería posible formular propuestas de políticas de desarrollo. También se proponía revisar la estructura y funcionamiento del MOCASE de modo tal que se avanzara tanto en lo referido a la ampliación de su cobertura a toda la geografía provincial, como en su consolidación como organización democrática y representativa con nuevas y mejores formas de participación” (MOCASE, 1999)Durante el congreso se evaluaron logros y obstáculos para el desarrollo del MOCASE y se elaboraron diversas propuestas para seguir trabajando, entre ellas:  Formar una comisión del MOCASE que elabore una propuesta de Estatuto o Reglamento Interno de funcionamiento que sea debatido y aprobado por las organizaciones zonales.  Ampliar la cobertura provincial mediante una mayor presencia de los dirigentes en las organizaciones zonales que integran el MOCASE, y en aquellas organizaciones zonales que tengan la inquietud de integrarse.  Incrementar las acciones de capacitación orientadas a dirigentes, delegados de las organizaciones zonales y asociados, en temas de organización, participación, comunicación, derechos ciudadanos, derechos de tierras, con el refuerzo de un equipo propio de capacitación.  Mantener y profundizar la participación de las bases en las decisiones institucionales, y mejorar la comunicación y difusión de actividades del MOCASE a nivel de las organizaciones zonales.  Fortalecer la coordinación y articulación con otras organizaciones campesinas y de pequeños productores familiares para definir una estrategia y plan de lucha que impulse la reforma agraria. Reforzar y ampliar la articulación con otros sectores e instituciones como las organizaciones gremiales, Iglesias, organizaciones no gubernamentales.  Demandar una participación activa en el diseño de planes y programas destinados al sector campesino, con poder de decisión y control sobre la asignación de recursos económicos.  Elaborar un plan de obtención de recursos propios y de terceros para mejorar el financiamiento de la estructura y el funcionamiento del MOCASE. Estas propuestas se dirigían a tres áreas de acción:a) Funcionamiento interno, especialmente en la relación entre las “bases” (los/as campesinos/as), las organizaciones zonales (comisiones centrales y cooperativas), los dirigentes, y la Comisión Directiva del MOCASE. b) Articulación con otros actores: organizaciones gremiales, Iglesias, organizaciones no gubernamentales, Estado (planes y programas sociales)c) Obtención de recursos para financiar la organización Si bien hubo acuerdo en los objetivos a lograr, el camino para obtenerlos fue fuente de divergencias entre las distintas organizaciones del MOCASE. 3. Conflictos y división del MOCASEEl Congreso desarrollado en 1999 marcó un momento de gran consolidación del movimiento y al mismo tiempo puso de manifiesto que, aunque los objetivos que perseguían las organizaciones que lo formaban eran similares, las estrategias de acción eran diferentes, o, por lo menos, había intentos de que fueran diferentes. Había acuerdo en que era necesario obtener recursos para financiar el movimiento, pero cuáles eran las posibles fuentes de financiamiento y cuáles los costos a pagar por obtener los recursos fueron algunos de los factores que distanciaron a las organizaciones, y mientras algunas recorrían un camino hacia una mayor vinculación con programas de desarrollo rural social, especialmente con el Programa Social Agropecuario (PSA), otras mantenían y profundizaban los vínculos con organizaciones no gubernamentales, aunque fueron también “beneficiarias” de programas sociales. La mayor o menor autonomía respecto a los programas sociales, y por su intermedio, con el Estado, fue en los años posteriores al Congreso uno de los factores en conflicto. Para algunas organizaciones el acercamiento de otras organizaciones al PSA y el vínculo entre técnicos y dirigentes campesinos, constituía una forma de cooptación similar a la ejercida por los políticos. En cambio para las organizaciones “cercanas” al PSA, ese vínculo era visualizado como algo “natural”, y en cambio se criticaban los viajes a Europa realizadas por miembros de las otras organizaciones en busca de apoyo y de financiamiento de sus actividades en el exterior. La estructura interna del MOCASE también fue factor de disputa. Para algunas organizaciones el funcionamiento de la Comisión Directiva había sido “autoritario” en los últimos años, ya que se pretendía que todas las decisiones se tomaran a nivel de la Comisión Directiva, recortando la autonomía de las organizaciones zonales. Las discusiones durante las asambleas parecían más pendientes de la forma en que se tomaba una decisión que de la decisión en sí misma. “Cuando yo asumí como presidenta dije bien claro que no se iban a aceptar decisiones que no se tomaran en esta Comisión” afirmaba la presidenta del MOCASE durante una reunión de la Comisión Directiva en marzo del 2001 para cerrar una discusión con el delegado de una organización zonal que no estaba de acuerdo con esta modalidad. Mientras que algunas organizaciones pugnaban por una “horizontalización” de la organización, otras querían mantener la estructura tal como estaba. Al mismo tiempo se pone en discusión el criterio para formar nuevas organizaciones zonales. Para algunos se trataba de un criterio geográfico por lo cual las familias campesinas que no formaban parte del MOCASE y querían organizarse debían sumarse a la organización zonal más cercana. En cambio otras organizaciones proponían respetar la autodeterminación de las familias y su derecho a constituir una nueva organización zonal aunque hubiera alguna cercana. Estas diferencias comenzaron a erosionar la unidad del MOCASE y empezó a ponerse de manifiesto una incipiente ruptura. “Hay un MOCASE oficial que es el que se reúne, la Comisión Directiva; y hay un MOCASE real que es el que trabaja, el que quiere llevar adelante las conclusiones del Congreso”(9). Para algunas organizaciones campesinas y para ciertas organizaciones no gubernamentales que las apoyaban, el Congreso se constituyó en un momento fundante, o al menos como un quiebre entre la etapa inicial del MOCASE y la que transitaban en ese momento. Las conclusiones del Congreso cobraban fuerza de ley para esos actores mientras que para otros carecían de importancia. En noviembre del 2001 el MOCASE debía renovar autoridades; en ese momento las diferencias se volvieron irreconciliables. La Comisión Central Campesina “Ashpa Sumaj” -de Quimilí-, y la Comisión Central Campesina “Tata Iaia Ashpacan” -de Tintina-, apoyadas por la organización no gubernamental CENEPP, convocaron a realizar una asamblea con presencia de todos los miembros de las organizaciones zonales. El lugar de reunión elegido fue la Casa Diocesana en la ciudad de Santiago del Estero a dónde se hicieron presentes los miembros de las organizaciones zonales de Pinto, La Simona, Guasayán, Tintina y Quimilí. Por otra parte la Central Campesina de Los Juríes, con el apoyo de los técnicos del Programa Social Agropecuario, había convocado a una reunión de delegados de las organizaciones zonales para elegir nuevas autoridades. El lugar de reunión elegido fue la sede del PSA en la ciudad capital, hasta donde llegaron los representantes de distintas organizaciones campesinas. Ambos grupos funcionaron en forma paralela, a pocas cuadras de distancia. El pequeño grupo reunido en la sede del PSA sesionó bajo la tutela de uno de los técnicos del programa, quien coordinaba la reunión. Para el mediodía ya habían elegido nuevas autoridades y habían decidido continuar con la estructura del MOCASE tal como funcionaba hasta ese momento. El grupo reunido en la Casa Diocesana sesionó bajo la forma de una multitudinaria asamblea constituida por campesinos/as miembros de Comisiones de Base y por miembros del CENEPP. La primera decisión que tomó la asamblea fue eliminar el sistema de votación para tomar decisiones y proceder por consenso, es decir, continuar las deliberaciones sobre cada tema hasta que hubiera acuerdo entre todos. Luego se decidió que sus miembros trabajarían por un MOCASE “sin patrón y sin presidente, un movimiento solidario, participativo, que respete la participación de mujeres y jóvenes y que se organice por comisiones”(10). Se decidió modificar la estructura y organización del MOCASE funcionando a partir de ese momento como mesas o comisiones de trabajo(11) centradas en los siguientes temas: a) tierra; b) producción y comercialización; c) educación; d) agua y caminos; e) comunicación; f) organización y promoción; g) salud. Las decisiones ya no pasarían por una comisión directiva sino que serían tomadas por cada mesa de trabajo que se reuniría periódicamente. Las organizaciones zonales tendrían representantes en cada una de las mesas, y, para facilitar la participación, las mismas sesionarían en distintas localidades en forma rotatoria, evitando la antigua centralización en la ciudad capital que facilitaba a algunos la asistencia pero perjudicaba a otros. La sede del MOCASE también estaría sujeta a rotación; inicialmente se fijó en Quimilí ya que allí funcionaba la Central Campesina que disponía de teléfono y ponía en el aire todos los días un breve programa en la radio local, de forma que podría recibir mensajes y circularlos a las otras organizaciones(12). La división del MOCASE fue silenciosa. Al día siguiente uno de los diarios de Santiago del Estero daba cuenta de las nuevas autoridades del MOCASE haciéndose eco de la reunión realizada en la sede del PSA. “Con la ausencia de los delegados de Pinto, Quimilí y Tintina, el Mocase renovó su comisión directiva. La elección se realizó ayer con la participación de siete delegados de las distintas organizaciones zonales” (Nuevo diario, 29/11/2001).El otro diario, en cambio, reflejaba lo ocurrido en la Casa Diocesana. “Integrantes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero mantenían anoche una reunión que aún no había concluido al cierre de esta edición en la Casa Diocesana con el objetivo de elegir las nuevas autoridades de conducción del movimiento (...) El delegado de prensa del movimiento informó que la asamblea que se realizaba en ese momento era “para ver el funcionamiento de lo que se ha venido haciendo en los últimos años y ver qué es lo que se tiene que ir cambiando”. También expresó: “El encuentro buscaba que nos reuniéramos con la gente para darles participación y para actualizarlos un poco de los problemas e ir sacando conclusiones que luego van a ser una estrategia de trabajo del movimiento”. No obstante, agregó: “En este momento el Mocase está tratando de elegir sus autoridades, ése es uno de los temas que estamos estudiando” (Diario El Liberal, 29/11/2001). Ningún diario aclaraba que el MOCASE sesionaba en dos grupos; para el Nuevo Diario los delegados reunidos en el local del PSA eran el MOCASE y el resto de los delegados estaban “ausentes”. El Liberal no hace referencia a presencias ni ausencias, pero asume a los reunidos en la Casa Diocesana como los integrantes del MOCASE. Hasta ahora ambas organizaciones continúan denominándose MOCASE y los miembros y representantes de una y otra organización se presentan como miembros y representantes “del MOCASE”, arrogándose la legitimidad de la representación de los campesinos de Santiago del Estero. 4. El MOCASE como movimiento socialTal como ya se explicó, actualmente dos organizaciones reciben el mismo nombre: MOCASE. Al mismo tiempo se utiliza la misma denominación para referirse a la organización campesina de Santiago del Estero como movimiento social, entendiendo por tal al conjunto de acciones sociales colectivas conflictivas orientadas al control de los recursos más importantes de la sociedad y al control del proceso histórico de transformación de esa sociedad (Touraine, 1997). Touraine identifica tres elementos que, cuando están articulados, definen a un movimiento social: el principio de identidad, es decir el reconocimiento en términos de una identidad común; el principio de oposición, a través de la definición de adversarios; y el principio de totalidad, puesto de manifiesto en acciones orientadas hacia la modificación del sistema de acción histórico(13). El principio de identidad está presente en el MOCASE en una identidad campesina construida alrededor de la tierra como parte del ciclo de la vida. “Nosotros estamos dispuestas a pelear como campesina por nuestra tierra porque nuestros antepasados nos han dejado la tierra, y nosotros vamos a pelear por la tierra (...) Aquí estamos firmes para pelear, para luchar por la tierra, porque la tierra es de quien la trabaja y no de los que tienen más, de los que trabajan porque la tierra nos da de comer a nosotros los campesinos y la tierra cuando nosotros mueramos, la tierra nos comerá, así nosotros le agradecemos a la tierra” (Marisa, miembro del MOCASE, septiembre del 2002)El sentido que los miembros del MOCASE le otorgan a la tierra actúa como elemento simbólico cohesionador del movimiento(14). La tierra no es sólo un recurso productivo como puede serlo para un productor agropecuario empresarial, la tierra es parte de la vida y de la muerte de estas familias. La tierra “da de comer” y a su vez es “alimentada” a la hora de la propia muerte. El principio de oposición dentro del movimiento se pone de manifiesto en la construcción del adversario. El terrateniente es el principal adversario especialmente cuando cuenta con el apoyo de la policía, ya sea porque existe de por medio una acción judicial o bien porque el terrateniente se hace acompañar por la policía para intimidar, previo pago a éstos por sus servicios. La policía también es parte de ese adversario cuando se niega a registrar denuncias que quieren realizar los/as campesinos/as para defenderse de los que intentan usurpar sus tierras (FIAN, 2003). “Pero cuando nosotros denunciamos capaz que nos dejan presos. Yo he estado detenida sin saber por qué, dos días en la mugre, con mi bebé de once meses” (Cristina, miembro del MOCASE, 2003 (15)).Junto a terratenientes y policías se suman a los adversarios jueces y políticos, o, en términos más generales, el gobierno provincial. “Nosotros como campesinos estamos peleando, estamos luchando por nuestra tierra porque tenemos mucho atropello de la policía, de los jueces, de los políticos, que nos vienen a desalojar. (...) Por eso la policía cree que ellos son los únicos que tienen derecho, pero no, estamos firmes y no vamos a dejar que nos desalojen, basta le decimos a los policías, a los jueces y a los políticos que solamente se acuerdan cuando hay que darles los votos” (Marisa, miembro del MOCASE, septiembre del 2002).El principio de totalidad está presente en la preocupación de los miembros del MOCASE por modificar el modo de acumulación y los principios ético-culturales que guían la actividad agropecuaria, no limitado a las propias tierras sino al manejo de los recursos en general. “Se está matando la vida en el monte. Las empresas entran con sus topadoras y desmontan sin aprovechar nada, como la flora y la fauna. Prenden fuego y aplican la siembra directa fumigando en los alrededores sin importarles nada (...). Hace años que venimos advirtiendo que las grandes empresas desforestan indiscriminadamente; el gobierno mira para otro lado y no se dan cuenta que esa deforestación está produciendo estos climas que seguirán provocando inundaciones en las zonas más bajas. Se trata de negligencia política, pero después se habla de catástrofe natural” (Miguel, miembro del MOCASE, 2003(16)).Un aspecto interesante de analizar para comprender la situación después de la división del MOCASE es la vinculación entre el movimiento y las estructuras organizativas. La organización es el mecanismo por el cual los individuos que forman el movimiento son capaces de obtener recursos y de usar estratégicamente los mismos. Además, la organización es responsable de que la comunicación entre miembros del movimiento y con otros grupos sea factible ya que ofrece los canales formales para que esta comunicación ocurra de una manera estable a lo largo del tiempo. Pero lo más importante es que la organización asegura la continuidad de la movilización a través del tiempo al proporcionar estructuras estables de participación de sus miembros. El movimiento-Mocase está formado por las organizaciones-Mocase pero no sólo por ellas. Al movimiento se suman artistas -especialmente músicos(17)-, profesionales, periodistas, funcionarios, diputados, investigadores/as, y un sinnúmero de actores que contribuyen desde su lugar de militancia y/o de trabajo a tomar parte en la lucha del movimiento y a trabajar para darle mayor visibilidad a nivel nacional e internacional.Respecto a las organizaciones-Mocase, es interesante analizar las diferencias de ambas a la luz de su posible efectividad para el sostenimiento del movimiento. Considerando la tipología de organizaciones planteada por Bonamusa Miralles (1994) –burocráticas, centralizadas, descentralizadas-, y aunque éstos son tipos ideales y las organizaciones reales pueden presentar algunas características mixtas, es posible afirmar que la organización-Mocase tal como funcionó hasta el momento de la ruptura era una organización burocrática. Las organizaciones burocráticas, por su estructura, ayudan a asegurar la participación efectiva de los miembros dentro del grupo pero tienen dificultades para resolver los conflictos internos. Por ello no es sorprendente que la organización-Mocase no haya podido resolver sus conflictos internos aunque no parecían tan graves, llegando a la ruptura de la organización. Luego de la ruptura, la organización-Mocase que eligió autoridades en el local del PSA adoptó una estructura cercana al modelo centralizado, funcionando alrededor de un conjunto de técnicos y dirigentes campesinos, aunque con ciertas características del modelo burocrático. En cambio la organización-Mocase que sesionó en la Casa Diocesana adoptó una estructura claramente descentralizada. Si bien cada movimiento y sus organizaciones deben ser analizados dentro de su contexto socio-político, existe cierto consenso en que las organizaciones centralizadas resuelven con facilidad los conflictos internos pero se exponen a la cooptación de sus líderes; mientras que las organizaciones descentralizadas tienen mayor efectividad para sostener movimientos porque su estructura es altamente adaptable para implementar cambios sociales al mismo tiempo que permiten experimentaciones tácticas a través de la diversidad, y con la ventaja de que el peligro de cooptación es menor que en los otros tipos de organizaciones (Bonamusa Miralles, 1994). En este sentido, la organización-Mocase que sesionó en la Casa Diocesana parece encontrarse en mejores condiciones para darle continuidad al movimiento-Mocase que la otra, especialmente teniendo en cuenta el contexto político provincial y su tendencia a la cooptación de líderes campesinos. En este sentido, es interesante analizar los discursos que expusieron los líderes de una y otra organización durante la Fiesta de Mailín en septiembre del 2002, es decir, un año después de la ruptura. En la ciudad de Mailín, dentro de la provincia de Santiago del Estero, se realiza todos los años una fiesta católica a la que asisten numerosos peregrinos que llegan desde distintos lugares de la provincia, y es también motivo del regreso temporario de muchos santiagueños que viven en otras provincias. La tradición marca que los peregrinos, acercándose al altar, realicen sus pedidos al Señor de Mailín. Desde hace muchos años las organizaciones campesinas que forman parte del MOCASE peregrinan juntas hasta Mailín, y cada Comisión de Base realiza sus pedidos al Señor de Mailín a través de un representante, que expresa ante la Iglesia y ante los peregrinos sus pedidos. En una provincia donde la actividad política está limitada por un sistema de gobierno que sólo respeta en sus formas y no en lo sustancial lo que llamaríamos una “democracia”(18), la Fiesta de Mailín se convierte en un escenario donde se ponen en juego discursos políticos bajo la tutela de la Iglesia, que abre un espacio de acción política al mismo tiempo que lo recorta limitando qué es lo que se puede decir y de qué manera puede ser dicho. Si bien las reglas que regulan la forma en que se realizan los “pedidos” no son tan estrictas como las que identifica Bloch (1975) en sociedades tradicionales, los aspectos formales de estos discursos no pueden dejarse de lado ya que no son meros procedimientos. Todos los “pedidos” realizados por los actores locales respetaron un formato, no así los enunciados por representantes de movimientos de desocupados que habían llegado desde Buenos Aires. Mientras que estos últimos no diferían de un discurso político que podría haberse pronunciado en una plaza o durante una manifestación, los “pedidos” efectuados por los líderes campesinos respetaban una estructura formada por las siguientes partes: saludos a los presentes; presentación de quien va a hablar y en representación de qué organización habla; agradecimientos al Señor de Mailín; pedidos al Señor de Mailín; despedida de los presentes. El discurso del presidente del MOCASE que había sido elegido en el local del PSA un año antes estuvo formado por un saludo a los presentes y una despedida muy breve. En la presentación de quien va a hablar y en representación de qué organización, dice su nombre, la zona y afirma “del MOCASE”, sin hacer referencia a que es el presidente, ni tampoco a que existe más de un MOCASE; al mismo tiempo reivindica su antigüedad dentro del movimiento al afirmar que “también hay compañeros de otras zonas, pero para nosotros es la decimoquinta peregrinación”. Cabe aclarar que la antigüedad dentro de la peregrinación así como la ubicación en que se llega a Mailín, ya sea encabezando la peregrinación o llegando en segundo término o al final, son factores de negociación y conflictos entre las organizaciones todos los años. Este líder agradece al Señor de Mailín “por la gente que tiene salud, por la gente que tiene trabajo, y por la gente que todos los días está haciendo obras de bien”. Al mismo tiempo, le pide al Señor de Mailín “para que haya paz en nuestro país” y “para que no haya más piquetes, para que no haya más cortes de ruta, para que no haya más movilización”. Mientras tanto, entre los que esperan su turno para subir al escenario-altar, están los líderes de movimientos de desocupados y organizaciones piqueteras de Buenos Aires que habían concurrido a la peregrinación por primera vez, invitados por la otra organización-Mocase. La asociación entre falta de paz en el país y acciones de lucha de los desocupados (piquetes, cortes de ruta, movilizaciones) es evidente dentro del discurso de este líder. Los últimos pedidos son “que haya créditos o subsidios para los campesinos”, mensaje dirigido a los representantes gubernamentales presentes, y “que pueda ganar alguien (en las elecciones provinciales que tendrían lugar al día siguiente) que mire hacia los pobres”, apoyando a uno de los candidatos políticos. Este líder fue el único que habló de toda la organización-Mocase/PSA(19), operando su discurso como la única “palabra autorizada”; mientras que la organización-Mocase/Casa Diocesana se hizo presente con tantos líderes como organizaciones zonales lo componen, poniendo de manifiesto la descentralización del poder que intentan llevar adelante. Se analizan a continuación sólo dos discursos por razones de espacio. En el discurso del representante de la organización zonal de Pinto está ausente la parte de los agradecimientos, parece que no hay mucho para agradecer pero sí mucho para denunciar: “(...) los campesinos han sufrido grandes atropellos por parte de la policía y de grandes terratenientes que vienen a hacerse dueños de las tierras, (...) grandes señores vienen y nos quitan animales, nos encierran y nos matan los animales; la policía los acompaña a que nos roben los animales y cuando vamos a hacer la denuncia somos los campesinos los que quedamos detenidos”. La Fiesta de Mailín se convierte en un espacio de denuncia en una provincia donde esos espacios casi no existen. El pedido que realiza este líder se resume en “trabajo y justicia”, al mismo tiempo que alienta a sus compañeros a “no bajar los brazos” dentro de un discurso de lucha. Marisa, representante de otra organización zonal que forma parte del MOCASE / Casa Diocesana, le agradece al Señor de Mailín “la fuerza que nos da”, y este agradecimiento le da pie para presentar la lucha que están llevando adelante y las injusticias a la que son sometidos por la policía: “Nosotros como campesinos estamos peleando, estamos luchando por nuestra tierra porque tenemos mucho atropello de la policía, de los jueces, de los políticos, que nos vienen a desalojar (...), estarán sabiendo los que están presentes la clase de policía, de gobierno que tenemos, no les importa si es anciano o si es un niño, lo meten igual (a la cárcel), lo pegan, lo mismo que pegar a un animal; pero estamos dispuesta a pelear para que esto cambiemos”.Esta líder respetó al inicio la forma de organización del discurso pero luego no queda claro cuáles son los pedidos al Señor de Mailín, sigue con la denuncia, incluye el testimonio de un anciano que había sido detenido por la policía y cierra el discurso con una referencia al Che Guevara “y hasta la victoria siempre, decía el che Guevara”. Esta forma de finalizar el discurso le valió una fuerte crítica por parte del representante de la Iglesia Católica al día siguiente durante el cierre de la fiesta, ya que interpretó las frases de Marisa como un intento de poner al Che por encima de Jesucristo. En cambio aceptó tácitamente las durísimas críticas que hizo Marisa a la policía, jueces y políticos. 5. La historia continúa Si bien la investigación se centró en la trayectoria del MOCASE desde sus inicios hasta el año 2001, se hará una breve referencia a lo ocurrido en años posteriores. El Mocase/PSA(20) mantiene su estructura centralizada-burocrática y renovó sus autoridades recientemente sin modificar la forma de funcionamiento. La estructura de esta organización y su forma de liderazgo la hace más visible y susceptible de ser convocado por las instancias estatales y el sistema político local, por ejemplo para trabajar sobre la ley de desmonte y para la selección de postulantes a jueces de Paz aunque en ambos casos se mostraron disconformes con los resultados. En días previos a la elección para gobernador planeaban realizar una reunión con los candidatos para presentarles un proyecto de desarrollo rural, tal como habían hecho con el interventor federal. Esta organización se afilió a la Federación Agraria Argentina y ha recibido su apoyo para difundir los problemas que continúan teniendo con la tierra y las agresiones que sufren(21). La organización Mocase/Casa Diocesana comienza a autodenominarse recientemente Mocase – Vía Campesina, por lo cual se utilizará esta denominación. Estaba formada en el 2005 por nueve centrales campesinas que reunían aproximadamente a 9000 campesinos/as(22). Con ayuda financiera y capacitación de la FM La Tribu instalaron y mantienen en funcionamiento la FM del Monte (88.7 mhz), inaugurada el 17 de abril del 2003 (23) en Quimilí. Posteriormente se puso en marcha otra FM -en Tintina-, y se instalarán tres más en otras centrales campesinas. La Cooperativa Ashca Cayku adquirió un nuevo camión para transporte de productos agropecuarios con financiación de la Unión Europea, y un vehículo con doble tracción con subsidio de una organización no gubernamental de Italia (24). A través del CENEPP, el Mocase – Vía Campesina se vinculó con organizaciones no gubernamentales catalanas: SETEM, Vetermon, Educadores sin Fronteras, Abogados sin Fronteras, Manos Unidas, Juristas sin Fronteras y la Escuela Superior de Cine de Catalunya. A través de la cooperación internacional se instalaron paneles fotovoltaicos para dar electricidad a varias escuelas, iglesias, carpintería y otros espacios compartidos por las familias campesinas en diversos parajes. La energía solar también se utilizó para instalar alambrados eléctricos para mejorar el manejo del monte y la ganadería caprina. En Quimilí se construyó el espacio físico donde funcionará la Universidad Campesina, un ambicioso proyecto de capacitación que cuenta con apoyo internacional. También con apoyo técnico y financiero externo se comenzó a trabajar en la regularización dominial de las tierras, pero todavía falta mucho para resolver el problema de tenencia, aunque el accionar del Mocase- Vía Campesina se evalúa positivamente dentro de la lucha por la tierra. “Hace 25 años que tenemos problemas de tierra y sigue sin solución (pero) desde que estamos en la organización no se han perdido tierras, cuando hubo desalojos volvimos en dos o tres días (…); en estos años logramos que no haya desalojos, y si los hubo, volvimos” (Pablo A., de Lote 4, entrevistado por periodistas de Canal 7, emitido en “Historias Prestadas(25)” el 27/12/2005)Esto no significa que la lucha ha terminado; continúa, y en forma cada vez más violenta por parte del personal de seguridad que las empresas contratan, verdaderos grupos parapoliciales. Con su estructura descentralizada y sus líderes de acción, el Mocase-Vía Campesina estableció vínculos con otras organizaciones campesinas del país, y tiene representantes en instancias de organización de pequeños productores agropecuarios de nivel nacional como la Mesa Nacional de Productores Familiares. También extendió su accionar desde el nivel nacional hacia el espacio latinoamericano con la inserción en la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC (26)) y a nivel internacional con la participación en la Vía Campesina (27). Por otra parte sus vínculos se han extendido a organizaciones no campesinas, especialmente a los movimientos de desocupados. En septiembre del 2002, representantes del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) fueron invitados a participar de la Fiesta de Mailín, tal como se citó anteriormente. Un mes después, campesinos/as que forman parte del Mocase-Vía campesina llegaban a la Plaza de Mayo de la ciudad de Buenos Aires marchando con miembros de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados “Anibal Verón”, donde fueron recibidos por las Madres de Plaza de Mayo. Podemos deducir que las dos organizaciones-Mocase encontraron distintos espacios de acción: en el caso del Mocase/PSA, el nivel local, con estrecha vinculación al Estado Nacional a través de programas de desarrollo, y al sistema político provincial. En el caso del Mocase-Vía campesina, el accionar está enfocado al nivel nacional articulando acciones con movimientos de desocupados, y al nivel internacional con otros movimientos campesinos. Esta diferenciación de espacios facilitó que hasta mediados del 2004 ninguna de las dos organizaciones reconociera públicamente la existencia de la otra y cada una operara en su espacio como si fuera el único Movimiento Campesino de Santiago del Estero. En el 2005, a partir del recrudecimiento de los ataques policiales comenzaron a hacer algunas presentaciones conjuntas. En el 2006 Federación Agraria acompañó a los dirigentes del Mocase/PSA como se describió anteriormente, y el Mocase-Vía Campesina continuó sus denuncias apoyado por organismos de Derechos Humanos como el CELS, las Defensorías Populares Autónomas y otros. Hay un reconocimiento público de la división, y se empieza a hablar dentro y fuera de la provincia de Santiago del Estero de “los dos MOCASES”. El MOCASE como movimiento es sostenido actualmente por la organización Mocase-Vía Campesina, que sigue apostando a una estrategia de lucha y de alianzas con otras organizaciones y movimientos enrolados en la misma línea, como los movimientos piqueteros de Argentina, el Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, movimientos de derechos humanos en Argentina y en Europa, y otros. Mientras que Touraine (1987) dentro del proceso histórico que denominó “de transformación social”, imaginaba la participación del campesinado latinoamericano en un movimiento de modernización nacional popular dirigido por una coalición de la clase media, del sindicalismo obrero y del Estado, la Argentina del nuevo milenio nos muestra un movimiento campesino aliado a los desocupados urbanos.NOTAS1. Este paraje se encuentra dentro de la zona productiva donde se desarrolló el trabajo de campo de la presente investigación, pero más al sur. 2. En 1947 llegaron a afiliarse 45.000 obreros a la Federación de Obreros Santiagueños de la Industria Forestal (FOSIF). En los ´70 quedaban sólo 4.000 (Alen Lascano, 1972)3. Las tierras habían sido adquiridas a principios del siglo pasado para su explotación forestal; por la forma insostenible en que se realizó esta actividad las tierras quedaron degradadas y con escaso valor económico. Durante el período 1976-1983 las tierras fueron adquiridas por empresarios especuladores que aprovecharon las ventajas de préstamos hipotecarios a tasas reales mínimas, en muchos casos recurriendo a la sobrevaluación de los inmuebles para retirar préstamos millonarios que nunca devolvieron (Dargoltz, 1997). 4. Unidad catastral que incluye a un conjunto relativamente reducido de predios. 5. Citado por Dargoltz (1997). 6. No hay registros escritos de la cantidad de miembros de las centrales o comisiones, sin embargo las fuentes que entrevisté dieron datos similares a los obtenidos por M.I. Alfaro, aunque ella realizó su trabajo de campo en otra zona de la provincia, con otros informantes, por lo cual estos números, aunque sea en forma aproximada, parecen veraces. En el caso de las cooperativas se puede encontrar información en cuanto a los miembros que contaba en el momento de su constitución; en las asambleas se debería actualizar esta información, pero no siempre se cumple con los períodos previstos para asambleas, por lo cual los datos se desactualizan. 7. “Tierra linda” en quechua. 8. Una versión preliminar de este texto fue publicada; ver Durand (2005). 9. Entrevista a miembro de una ONGDR, 26/03/2001. 10. Conclusiones de la Asamblea, 28 de noviembre del 2001. 11. Posteriormente fueron denominadas “Secretarías”.12. Posteriormente se avanzó con la instalación de radios en distintas organizaciones zonales, lo cual facilitó un contacto fluído entre las mismas. 13. Este tema fue analizado en el capítulo 1. 14. Bidaseca (2000) encuentra un sentido similar otorgado a la tierra dentro del Movimiento de Mujeres Agropecuarias en Lucha. 15. Publicado en “Las/12”. Suplemento del diario Página 12, 27 junio 2003. 16. Publicado en Revista Abrecaminos, año 1 N° 3, junio 2003. 17. “No vengo a dar apoyo, soy parte de esta lucha. (…) Me siento parte y me hacen sentir parte”, afirmaba el músico Rally Barrionuevo durante el V Campamento Latinoamericano de Jóvenes realizado en Santiago del Estero en el 2005, donde participaron jóvenes de movimientos campesinos, de movimientos de desocupados urbanos y estudiantes de distintas regiones del país. Fuente: programa “Historias Prestadas”, emitido por canal 7 el 27/12/2005. 18. En el informe anual del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) presentado en el 2002 se toma como caso testigo a la provincia de Santiago del Estero en el capítulo “Sin justicia en las provincias”. El CELS señala que la falta de independencia del Poder Judicial se exterioriza en sentencias obedientes a los lineamientos del partido gobernante y que los procedimientos más utilizados suelen ser la demora injustificada –e incluso la paralización- de los procesos iniciados contra la inconstitucionalidad de ciertas medidas adoptadas por el gobierno. También como consecuencia de esa falta de independencia se producen hechos de persecución política. En el 2004 la provincia fue intervenida por el Gobierno Nacional y a principios del 2005 los/as santiagueños/as pudieron elegir un nuevo gobernador. 19. Para diferenciar a las organizaciones se utilizó el nombre con el cual se autodenominan seguido del lugar donde se realizaron las asambleas de renovación de autoridades que marcó la ruptura del MOCASE original. 20. Se mantiene esta denominación a falta de una mejor. No implica que exista una vinculación permanente con el PSA de parte de esta organización. 21. “Un niño de 5 años murió en Santiago del Estero, asesinado por el guardia privado de una finca que disparó contra él y su tío cuando éstos transitaban por un camino rural apropiado por la empresa agrícola. Ha sido el clímax de la represión ejercida contra los campesinos, a cargo de empresarios que usurpan tierras con la venia del gobierno, sus jueces y policías (…). El crimen se conoció en la reunión de la Mesa de Tierras, en la que participó el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), afiliado a Federación Agraria (…). En este marco, la dirigencia federada en el NOA inició una gira por localidades de Santiago del Estero, con el propósito de tomar contacto directo con productores y militantes del Mocase, y continuar la defensa de esa organización campesina afiliada a FAA que sigue padeciendo hostilidades judiciales y policiales en su lucha por el derecho a la tierra”. Fuente: periódico La Tierra, marzo 2006; http://www.faa.com.ar22. Expresado por doña Mirta, miembro de la Cooperativa de Quimilí, entrevistada por el programa “Historias Prestadas” (emitido por canal 7 el 27/12/2005). La revista “En Marcha” nº 33 daba la misma información en octubre del 2003 (http://webs.advance.com.ar/enmarcha/revistas/revi33)23. El 17 de abril es el Día Internacional de la Lucha Campesina, en conmemoración de 19 campesinos del Movimiento Sin Tierra de Brasil que fueron asesinados en Eldorado do Carajás ese día, en 1996. 24. Los vehículos tanto para transporte de personas como de productos y mercaderías constituyen un recurso estratégico en una región con grandes distancias a recorrer, caminos de tierra casi intransitables, y escasez de transporte público. 25. historiasprestadas@canal7argentina.com.ar26. La CLOC está formada por organizaciones rurales de Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y República Dominicana. Entre las numerosas actividades que desarrolla, en enero del 2003 coordinó la Primera Asamblea Mundial Campesina. Para más información ver http://www.social-movements.org/en/node/view/317 27. La Vía Campesina es un movimiento internacional que se originó en 1992, y que coordina organizaciones campesinas de pequeños y medianos agricultores, trabajadores agrícolas, mujeres rurales y comunidades indígenas de Asia, África, América y Europa. Para más información consultar http://www.viacampesina.orgTRANSCRIPCIÓN DE LOS DISCURSOS UTILIZADOS“Muy buenas noches, Luis C. de la zona de Los Juríes, del MOCASE, gracias al padre Sigmundo por darnos esta oportunidad, a toda la gente que organiza, a la gente de la Pastoral Social, es un honor para todos nosotros los peregrinos estar en este momento presentándonos. En mi caso y en el caso de muchos compañeros venimos desde hace quince años, esta es la decimoquinta peregrinación a pie desde Los Juríes a Mailín, también hay compañeros de otras zonas pero para nosotros es la decimoquinta, que venimos a agradecer por lo que ya hemos conseguido, que si bien no es todo lo que nosotros necesitamos pero por lo menos es una parte; en parte ya se ha reconocido la lucha campesina y eso nos pone feliz. Agradecerle al Cristo de Mailín por la gente que tiene salud, por la gente que tiene trabajo, por la gente que todos los días está haciendo obras de bien y pedirle al Cristo para que haya paz en nuestro país y en el mundo, recordemos que hace unos días, el 11 para ser más precisos, se cumplió un año del atentado a las Torres Gemelas en Manhatan, justamente cuando nosotros estábamos saliendo desde Los Juríes, recordar también a nuestro amigo Zenón, un compañero que se nos fue hace un par de años, un luchador incansable de los campesinos de nuestra zona y de nuestra provincia. Pedir para que no haya más piquetes, para que no haya más cortes de ruta, pedirle al Cristo para que no haya más movilización, y eso tiene que ver con el trabajo y con la corrupción. Si hay trabajo y no hay corrupción no habrá piquetes, no habrá cortes de ruta; si hay seguridad en nuestra Argentina no habrá más manifestaciones por las calles, el Cristo de Mailín puede hacer para que todo el mundo, todos nuestros argentinos, nuestros queridos hermanos argentinos tengan trabajo, tengamos trabajo y haya un salario digno. Pedir por todos los enfermos, recordar también que mañana va a hacer un año del accidente de nuestros hermanos peregrinos de la ciudad Capital, pedir por el eterno descanso de ellos y por la paz para sus familiares. No vamos a ser extensos porque también hay muchos compañeros que van a hablar, quería pedir también para que haya créditos o subsidios para los campesinos para que puedan producir, podamos producir, ya sea en agricultura o en ganadería, y no me quiero olvidar que mañana hay elecciones en la provincia de Santiago del Estero, y ojalá pueda ganar alguien que mire hacia los pobres, pero pobres porque no tenemos posibilidades de producir, porque no nos dan esa posibilidad, pero no pobres de alma ni pobres de amor, que mañana pueda el pueblo santiagueño elegir bien, y el que llegue a ganar, se acuerde de una vez por todas de todos los campesinos, de todos los humildes de nuestra provincia y de todos aquellas personas que necesitan de los funcionarios. Buenas noches, muchas gracias” (aplausos).

Alerta ante la ofensiva de paramilitares

01/01/20085-
BASES DE APOYO ZAPATISTAS
Alerta ante la ofensiva de paramilitares
Boletín Especial EZLN - Prensa De Frente en Chiapas - Las distintas iniciativas de cumplimiento efectivo de los acuerdos de San Andrés sobre derechos y cultura indígenas, que en distintos planos desarrollan las comunidades zapatistas, se producen en medio de un clima represivo que -a pesar del cese del fuego declarado formalmente-, parece mantenerse y por momentos agravarse. A pocos días del 10º aniversario de la masacre de Acteal, en la que fueron asesinadas 45 personas, el Subcomandante Marcos dice que se huele la guerra: “Las señales en el horizonte son claras, debemos prepararnos”. Durante 2007 hubo un recrudecimiento de las agresiones paramilitares, mientras se incrementa la militarización del país impulsada por el presidente Calderón. En Chiapas, el EZLN y organismos de derechos humanos responsabilizan al gobernador del Estado, Jaime Sabines (ex PRI, actual PRD), por la actuación de grupos paraestatales, como la organización priísta OPDICC, que en los últimos meses han intensificado sus acciones contra las bases de apoyo del EZLN, en una disputa cada vez más abierta por los territorios.“Todo ha sido en resistencia y rebeldía porque nuestros trabajos en salud, educación, comercialización y la formación de los municipios autónomos han sido golpeados por los planes y programas contra insurgentes del mal gobierno”, señalaban los zapatistas a fines de 2003, al cerrar el primer año con los Caracoles. Desde ese momento, la situación represiva no ha mejorado. Los episodios más recientes tienen que ver con ataques de la OPDDIC (Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos), contra las bases de apoyo zapatistas en Bolon Ajaw, en el municipio autónomo Región de la Montaña, oficialmente Tumbalá. La zona es un destino turístico de importancia; por esa razón desde distintas organizaciones de la sociedad civil se ha lanzado una campaña que tiene como lema “No visites las cascadas de Agua Azul –que explotan integrantes de la OPDICC- hasta que no cesen las agresiones, hostilidades y amenazas de desalojo en Bolon Ajaw”. Recientemente, el EZLN también ha recibido agresiones de la OPDICC en la región tzeltal de Chilón y amenazas de muerte al Consejo Autónomo del Municipio de San Andrés Sakam’chen de los Pobres. Si bien se presenta como una asociación civil que agrupa a comunidades indígenas, la OPDICC es un grupo paramilitar que desde el año 2000 se extendió hasta ocupar el territorio donde antes operaban el Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA), los Chinchulines y Paz y Justicia. Actualmente mantiene 68 juicios agrarios para despojar a comunidades zapatistas de sus territorios.De acuerdo a un informe elaborado por distintas organizaciones, “en distintos municipios autónomos del territorio indígena de Chiapas, las bases de apoyo zapatistas se enfrentan a una estrategia coordinada de despojo de tierras y hostigamiento donde participan diversas organizaciones políticas en los tres niveles de gobierno y, en ocasiones, vinculadas con grupos paramilitares. En todos los casos documentados la estrategia sigue un patrón que combina invasión de tierras, amenazas de muerte, hostigamientos y agresiones físicas, sicológicas, así como destrucción de propiedad y recursos naturales, además del despojo jurídico de tierras donde las organizaciones invasoras actúan conjuntamente con instituciones judiciales y agrarias locales y federales”. “Los gobiernos federal y estatal, a través de las instituciones agrarias y en articulación con el Ejército Federal mexicano y la seguridad pública en sus tres niveles de gobierno, operan una estrategia de contrainsurgencia dirigida a las Bases de Apoyo Zapatistas y sus autoridades autónomas, otorgando títulos agrarios a diversas organizaciones indígenas, particularmente organizaciones adversas a los zapatistas y en diversos casos organizaciones armadas, entre las que se encuentran la Organización Para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (OPDDIC) o la Unión Regional Campesino Indígena (URCI) (…). Estas organizaciones ocupan tierras recuperadas por el EZLN en 1994 y, a través de las instancias agrarias, concretizan el despojo jurídico de tierras constituyendo nuevos ejidos”.“Debido a la constante presión de unidades castrenses, policías estatales e integrantes de grupos paramilitares, la situación que viven los pueblos zapatistas se agrava alarmantemente. Los proyectos autónomos en el marco de la libre determinación de los pueblos indígenas no pueden desarrollarse a plenitud debido a las constantes agresiones y amenazas contra la integridad de los mismos. Los más afectados son los niños y las niñas, así como las mujeres y los ancianos, pues viven agresiones constantes en su integridad física, en sus bienes, en su tierra y territorio”. Un listado de las poblaciones donde se documentaron violaciones a los derechos humanos incluye a los municipios autónomos de Región de la Montaña (municipio oficial Tumbalá), Olga Isabel (Chilón), Vicente Guerrero (Altamirano), San Pedro de Michoacán (Las Margaristas), San Manuel (Ocosingo), el caracol de Oventik (Zinacantán) y San Andrés Sak’amchen de los Pobres (San Andrés Larráinzar). Desde hace más de una década, estos poblados padecen una ocupación militar en su territorio que en la actualidad registra la presencia de 56 campamentos permanentes del Ejército Federal. De acuerdo a los observadores de derechos humanos, el despojo “legal” de tierras se da en un marco de una fuerte disputa por la apropiación y el control del territorio y todos los recursos naturales y biológicos, lo que constituye “una guerra de exterminio contra los pueblos indígenas zapatistas y no zapatistas”. “En el territorio chiapaneco se vive una guerra de baja intensidad”, explica Jorge, uno de los integrantes del el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas (CAPISE), en conversación con Prensa De Frente. “Desde el ’94 el gobierno ha estado formando grupos paramilitares con ayuda del ejército. Entonces en esos puestos militares que están en todo Chiapas, están prácticamente cercando a los zapatistas y los zapatistas están defendiendo lo que se ha llamado tierra recuperada por ellos en el ‘94”.“Es muy obvio que el posicionamiento militar no corresponde únicamente a una política militar para contrarrestar el surgimiento del EZ, sino que también sirve como para asegurar algunos profesionales puedan estar aquí sin que ellos tengan problema. Obvio que por Chiapas también pasa el Plan Puebla Panamá, y el Plan Puebla - Panamá es parte de plantear la construcción de represas, carreteras, de vías de comunicación. También plantear la explotación o la entrega de recursos de Chiapas. Hay muchos argumentos, desde que empezó el 94, que señalaban que Chiapas fue un estado muy explotado, quizás el más explotado del sureste, pero el que también tenía más recursos no explotados aún, o considerado como un territorio virgen. Inclusive hay yacimientos de minerales, el agua sobre todo, madera”.Según un informe emitido por el Centro de Investigaciones Económicas y Políticas de Acción Comunitaria (CIEPAC), “lo ‘nuevo’ en la ofensiva paramilitar consiste más bien en su posicionamiento como actor político y, particularmente, en su naturaleza: organizaciones ‘sociales’ con brazo armado, coordinados con los partidos políticos, las instituciones de gobierno y la misma Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). La nueva era de guerra paramilitar en Chiapas incluye secuestros, hostigamientos, agresiones armadas, disparos hacia las casas, destrucción de cultivos y robo de animales, desalojos violentos y amenazas constantes. La cantidad de denuncias por parte de las Juntas de Buen Gobierno ha aumentado de forma drástica desde la llegada al poder de Felipe Calderón a nivel nacional y del gobernador Juan Sabines a nivel estatal. Así, de Diciembre 2006 a Octubre 2007, han sido un total de 24 denuncias públicas desde las Juntas de Buen Gobierno. La mayoría de estas corresponden a respuestas a actividades paramilitares”.Con motivo de estas situaciones, en septiembre de 2007 el EZLN anunció la suspensión del recorrido programado con La Otra Campaña, para concentrarse en realizar acciones civiles y pacíficas en defensa de las comunidades. “Como en los peores tiempos del PRI, el gobierno perredista de Chiapas ataca al pobre y necesitado, y corteja y beneficia al poderoso” sostuvo Marcos. “Como cualquier gobierno de derecha, el de Juan Sabines en Chiapas sigue adelante con la represión y el despojo, pero ahora con la bandera de la izquierda y el doble aval de las dos ‘presidencias’ que padece nuestro país: la de Felipe Calderón (del PAN), y la de Andrés Manuel López Obrador (del PRD y, sobre todo, de sí mismo)”, El subcomandante Marcos también viene fustigando a un sector de intelectuales crítico con el EZLN por su distancia explícita del centroizquierdista PRD. “A diferencia de otras ocasiones, estas agresiones han contado con el silencio de voces que antes se alzaban para protestar y demandar justicia, y que ahora callan, tal vez para que no se recuerde que aplaudieron el apoyo de AMLO a Juan Sabines y su reciente llamado a apoyar a los candidatos del PRD a las presidencias municipales y el congreso local”, señaló. “Un mismo crimen tiene un juicio diferenciado: si las represiones las hace el PAN, entonces hay que movilizarse y detener al fascismo; si las hace el PRD, entonces hay que perder la memoria, callar, hacer malabares ridículos, o aplaudir”.Idéntico tono al empleado hace pocos días en San Cristóbal, en el Coloquio Internacional Andrés Aubry, en el que participaron intelectuales y artistas de México y distintos países del mundo. Allí Marcos presentó una serie de escritos titulados “Ni el Centro ni la periferia”. La última parte (la séptima) trata sobre la guerra, y menciona que “es la primera vez que estas agresiones provienen descaradamente de gobiernos de supuesta izquierda, o que se perpetran con el apoyo sin tapujos de la izquierda institucional y es la primera vez desde aquella madrugada de enero de 1994 que la respuesta social, nacional e internacional, ha sido insignificante o nula”. “Nosotros trataremos de seguir adelante en consolidar el esfuerzo civil y pacífico de lo que todavía se llama La Otra Campaña, y, al mismo tiempo, estar preparados para resistir, solos, la reactivación de las agresiones en nuestra contra, sea con ejército, policías o paramilitares. Quienes hemos hecho la guerra sabemos reconocer los caminos por los que se prepara y acerca. Las señales de guerra en el horizonte son claras. La guerra, como el miedo, también tiene olor. Y ahora se empieza ya a respirar su fétido olor en nuestras tierras”.

Construyendo salud desde el propio pueblo

01/01/20084-
CLÍNICA “LA GUADALUPANA”
Construyendo salud desde el propio pueblo
Frente de la Clínica Central La GuadalupanaBoletín Especial EZLN -Desde Chiapas, para Radio Futura FM 90.5 y Prensa De Frente- La Clínica “La Guadalupana” es el eje central en el sistema de salud zapatista de la Zona Altos de Chiapas. Está ubicada en el caracol de Oventik, a poco más de una hora de San Cristóbal de las Casas. Allí dialogamos con Lucio, promotor de salud y uno de los coordinadores de la Clínica Central, "la primera que empezó a trabajar: desde 1992, desde antes del levantamiento. Todo esto como primer surgimiento. Pues la clínica aquí surge desde la necesidad que tiene la comunidad". "Se vio la necesidad, que es importante tener su propia clínica, en el propio pueblo. Y que no había otra opción que se tiene para poder lograr pues una autonomía siendo que tiene que ser el propio pueblo que se organice, que se prepare. Así fue que empezó, pero empezó poco a poco. No se esperaba que algún día la clínica sea tal como ahora está, porque empezó con muy pocos promotores, con muy pocos aparatos, materiales y como muy poca capacidad también del personal. Y comparando de cómo está ahorita, pues sí hemos logrado un poco, no muchísimo, pero igual no podemos quejarnos".La clínica está en un edificio de dos pisos, el de más arriba a medio construir, en donde se concentran distintos servicios de salud. "Aquí nosotros tenemos el laboratorio, hay oftalmología, servicio de óptica, de ginecología, sala de parto, quirófano y otras cosas, se hace endoscopía, hay un ultrasonido que se está ocupando un poco. Por lo tanto esa es la diferencia, porque en otras clínicas no tienen... Otro de los trabajos que cubrimos diario es la farmacia. Y contamos con cinco salas de hospitalización donde se internan 10 pacientes. Es la capacidad de la clínica. A veces cuando ya no se puede en el piso, en otro lugar donde se pueda pues, la necesidad es muchísima y no es suficiente para el personal. Y hay una pequeñísima sala de urgencia, donde se reciben pacientes de urgencia y está el laboratorio de medicina natural. Y así es lo que cuenta la clínica. Y el trabajo que hacemos nosotros aquí, pues estamos de tiempo completo". Los promotores de salud no cobran salario a cambio de su trabajo, que es voluntario y sostenido con alimentos y transporte por las comunidades y los municipios autónomos que integran el caracol zapatista.Las paredes de la clínica están ilustradas con murales donde se destacan las figuras del Che, Emiliano Zapata, la Virgen de Guadalupe y una compañera insurgente del EZLN. "Aquí no te enterramos, aquí te sembramos mi general" dice al pie del mural del líder de la agrarista Revolución Mexicana, próxima a cumplir 100 años y pese a la cual sobrevive en grandes extensiones en latifundio y la pobreza de las comunidades indígenas expropiadas por el invasor español, primero, y por la oligarquía mexicana y -crecientemente- la extranjera, en los últimos dos siglos."Soy promotor de salud y llevo 15 años aquí trabajando la salud- sigue contando Lucio-. Cuando yo empecé a ser promotor no entendía ni qué es ser promotor. Y con el tiempo me fui dando cuenta toda la realidad del trabajo, y qué tan importante es. Por ejemplo, darme cuenta de los problemas que hay de salud: muchísimo lo que es enfermedades respiratorios, incluyendo la bronquitis, la neumonía, la tuberculosis que es lo que también ataca más. Y hablando de problemas gastrointestinales, hay muchísimo, parasitosis, la salmonella, la gastritis y otros tipos de colitis. Problemas generales que están complicados del hígado, del corazón, se encuentra de todo. Hay más enfermedades de los huesos, de la piel… Ah, y la desnutrición, muy difícil ese problema, y las personas que son más atacados es en niños, en mujeres y en ancianos. Un problema que hay desde hace muchísimos años".Y ante eso, ¿qué propone el gobierno para la atención de la salud? “El gobierno nunca ha hecho nada. Aunque de alguna manera parece ser que hace algo, pero sólo como para tapar el ojo de tal compañero y que no diga nada de que sí el gobierno algo está haciendo”.Entre otros ejemplos, los zapatistas mencionan la reciente construcción de clínicas -por años negadas-, en lugares cercanos a los centros de salud autónomos, poco después de su apertura. Esta situación se repite con el sistema educativo. Los indígenas también se refieren a la permanente discriminación que ejerce sobre ellos el sistema oficial de salud, con el que la Clínica establece una relación compleja. "Cuando aquí no podemos resolver problemas ya se envían a otro nivel de atención, por ejemplo en San Cristóbal, en Tuxla, en manos pues del servicio de atención del gobierno porque no tenemos otra salida. Y lo que muchas veces pasa es que no atienden bien a nuestro paciente. No lo atienden porque, bueno, como somos indígenas... Es que para ellos si vive el enfermo que es indígena está bien, y si no es igual.Medicina tradicional y medicina científica Integrado al sistema de salud, en Oventik también hay una farmacia que vende a muy bajo costo medicamentos alopáticos, productos de donaciones, y también una herbolaria, donde están disponibles conocimientos sobre plantas autóctonas, acumulados ancestralmente. "Anteriormente la medicina alópata no la utilizaban antes la gente, más manejaban la medicina natural, más creían en los curanderos tradicionales, y así es como vivían. Ahora la gente confía más en la medicina química, es muy utilizada ahora y lo que ha pasado entonces hasta ahorita es que los médicos tradicionales y las hierbas han quedado un poquito a un lado"."Nosotros siempre hemos pensado que es muy importante retomar esas costumbres, no lo hemos querido perder porque de ninguna manera hayamos dicho no sirve. Siempre sirve, siempre es la más mejor para nosotros. Hay cosas que se pueden resolver mediante medicamentos naturales, pero en algunas enfermedades tiene que ser combinado con el uso de medicamentos alópatas. Y por lo tanto tenemos un laboratorio de medicina natural que es del pueblo y ahí preparan, ahí hacen todo lo que saben. Pero también hemos tenido promotores que se dedican más a eso". Organización del sistema autónomo de salud Además de la Clínica Central La Guadalupana, hay otras ocho pequeñas clínicas en los municipios autónomos. En todas ellas, y en los territorios de las comunidades, trabajan los promotores y promotoras de salud. "Los promotores de las comunidades hacen algo para ayudar al enfermo y en el caso que ya no pueden, mandan a la clínica de cada municipio autónomo. Ya en el caso de que no se pueda resolver el problema en la clínica del municipio, ya mandan hasta acá, en donde supuestamente hay un poco más de posibilidades".- ¿Y ustedes están en contacto con la Junta de Buen Gobierno o los Consejos Municipales?- Sí, claro. Cada Consejo Autónomo sabe todo, lo que es su problema, su necesidad en cada clínica, tal vez sus clínicas para el municipio no. Y entonces, nosotros, lo que es la Coordinación General, sí estamos muy en contacto con lo que es la Junta porque no muchos entenderán todo eso. - ¿Cuál es la función de los promotores?- El papel principal de un promotor de salud es que practique más o que trabaje más a fondo en lo que es la medicina preventiva. Pero en el caso de nosotros no lo hemos podido hacer mucho, aunque lo entendemos que es nuestro principal trabajo, que es una de las formas en donde podemos lograr mucho lo que es la autonomía a partir de eso Pero no lo hemos podido hacer, como que es una parte donde tiene que ser muy bien organizado, tiene que entender mucho el mismo pueblo, tiene que nombrar más promotores de cada pueblo, entonces son cosas que todavía no hemos podido llegar, pero nuestro objetivo es llegar en eso. Sólo que hasta ahorita el promotor de salud que hace ahora es directamente a la atención del enfermo. En el sistema trabajan promotores de primero, segundo y tercer nivel. Primero empiezan a conocer el perfil de un promotor: el trabajo y cuál es la función del promotor. Y el segundo pues ya empiezan a ver cómo es el trabajo que se tiene que hacer en la medicina preventiva. Y en el tercero se meten un poco, ya a la consulta, a meter mano en medicina. O sea es un programa de capacitación. Primeramente se formaron unos promotores para ser capacitadores. Es decir que se capacitaron para ser capacitadores y son ellos los que están cumpliendo esa función.- Es decir que hay coordinadores, promotores capacitadores y promotores en salud de primer, segundo y tercer nivel. Y además los médicos- Sí. No hay médico, salvo cuando viene uno. No tenemos médico fijo para que pueda atender permanente. Sí ahorita tenemos aquí un médico que viene de Italia, como diez años que ha estado viniendo seguido. Va un tiempito allá, vuelve otra vez, pero es un médico voluntario, no es que lo estamos pagando, no es que estamos tratando de convencerlo. Es su propia voluntad que quiere servirse al pueblo, y para nosotros, no hay muchos así como él. Es el único que conocemos de nuestra experiencia de quince años en salud. Saben de nuestro problema, de nuestra lucha y todo eso, pero no hay quienes se animen. Aunque viven la misma necesidad y somos pobres y hay que cambiar de alguna manera la situación de salud, no hay quienes se animen. Hay médicos por ejemplo, que son de por acá, de San Cristóbal, de la ciudad, conocen exactamente los problemas de salud pero son pocos quienes sí deciden servirse así al pueblo. El mayor interés que hay es el dinero. Logros y dificultades"Hemos logrado mejorar un poco la salud, pero no es que hemos podido mejorar mucho, tal vez no hemos alcanzado el punto en donde se tiene que empezar. Por ejemplo, como le digo, lo de la prevención, pues es algo que es difícil ver un cambio más allá, si el principal problema no se ha podido resolver. Sí hay cosas que como le digo, tenemos promotores en las principales comunidades, clínicas pequeñas que tienen cada municipio autónomo, la gente ya acude allí a curarse, y cualquier problema que ellos no pueden resolver pues los envían aquí".- ¿Y cuáles son las principales necesidades que tienen hoy por hoy?- Pues bueno, nuestro objetivo es formar más promotores sobre medicina preventiva y eso es lo que estamos viendo. Que nuestra falta principal es entrarle en eso. Y lo otro, el objetivo que tenemos también es que haya promotores especiales que se preparen sobre la medicina. Nosotros quisiéramos, y muchas veces lo hemos dicho, que tenemos que lograr una Escuela de Medicina. Formar nuestros propios médicos. Con o sin títulos de médicos. Nosotros no vamos a trabajar por títulos, sino tengas o no tengas título, te pueden decir que eres o no eres médico, no importa pero reconocimiento tienes. Ese es nuestro objetivo y donde quisiéramos no perder esa idea y de alguna manera llegar. - ¿Y esto lo están pensando, también, relacionándose con el Sistema Educativo Autónomo? Por ejemplo, la formación de médicos...- Sí, hemos pensado pues que con la educación que se recibe aquí, tanto la primaria, la secundaria y todo eso, de alguna manera ahí se puede aprovechar para que estudien la secundaria, hasta incluso habrá quien nos eche la mano sobre la preparatoria, ¿no? Y ya una vez pasando ahí, ya hay médicos quienes den las clases pues de medicina. Pero tiene que ver muchísimo con que quién tome ese trabajo. Tiene que ser un médico que dé ese trabajo.“Toda la poquita explicación que pudimos dar, así es como estamos trabajando. Y nos damos cuenta que en nuestro trabajo no hemos hecho muchisísimo pero estamos con la esperanza de que podamos seguir construyendo más grande, mejor y todo eso, y en total de que no nos cansemos y podamos seguir caminando juntos de alguna manera y toda la información que pudimos dar pueda llegar a otros lugares, a otros países y sepan pues que aquí estamos. Y cuenten con nosotros y contemos también con ellos. Eso nada más...”.

Los mecanismos del "mandar obedeciendo"

01/01/20082- LOS CARACOLES Y LAS JUNTAS DE BUEN GOBIERNO
Los mecanismos del "mandar obedeciendo"
Junta de Buen Gobierno de OventikBoletín Especial EZLN - Prensa De Frente en Chiapas - En agosto de 2003, el EZLN anunció la muerte de los espacios de encuentro conocidos como Aguascalientes, junto con el nacimiento de los Caracoles y la creación de las Juntas de Buen Gobierno. Los cinco Caracoles –ubicados en los poblados de Oventik, Morelia, Roberto Barrios, La Garrucha y La Realidad- son los centros articuladores de los más de 40 Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas (MAReZ) y representan un paso más en el desarrollo de la autonomía de las comunidades indígenas. "No es una separación del Estado mexicano, sino que es un ejercicio del derecho de los pueblos indígenas, a la autonomía y a la libre autodeterminación como pueblos originarios de nuestro país" señalaron en repetidas ocasiones. Los derechos indígenas que reclaman están contemplados en los Acuerdos de San Andrés, firmados por el gobierno federal y el EZLN en febrero de 1996 pero posteriormente traicionados por los partidos políticos en 2001, al redactar y sancionar un cambio legal a espaldas de los pueblos originarios."La reforma constitucional aprobada en el Congreso de la Unión traiciona los Acuerdos de San Andrés en lo general y, en lo particular, la llamada 'iniciativa de ley de la Cocopa' en los puntos sustanciales: autonomía y libre determinación, los pueblos indios como sujetos de derecho público, tierras y territorios, uso y disfrute de los recursos naturales, elección de autoridades municipales y derecho de asociación regional, entre otros", expresaron los zapatistas. "El EZLN, formalmente, desconoce esta reforma constitucional sobre derechos y cultura indígenas. No retoma el espíritu de los Acuerdos de San Andrés, no respeta la 'iniciativa de ley de la Cocopa', ignora por completo la demanda nacional e internacional de reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas, sabotea el incipiente proceso de acercamiento entre el gobierno federal y el EZLN, traiciona las esperanzas de una solución negociada de la guerra en Chiapas y revela el divorcio total de la clase política respecto de las demandas populares....".Entre 2001 y 2003, el EZLN se llamó casi completamente a silencio, mientras ponía a punto los mecanismos para ejercer de hecho los derechos negados. Particularmente, el derecho al autogobierno. "Vimos la necesidad de formar y nombrar nuestros propios gobiernos y para gobernarnos sólo como pueblos indígenas, por eso la formación de las Juntas de Buen Gobierno es un paso importante de los pueblos indígenas, para ejercer sus derechos a la autonomía y a la libre determinación"."Como el mal gobierno no tiene la voluntad política para reconocer nuestros derechos en la construcción ya no podemos esperar nada de ellos. Nosotros, como pueblos indígenas debemos decidir avanzar en la construcción de nuestra autonomía Y tomar en nuestras manos lo que es nuestro derecho, sin pedirle permiso al mal gobierno neoliberal", señaló un integrantes de la Junta de Buen Gobierno de Oventik en el II Encuentro de los pueblos zapatistas con los pueblos del mundo, en julio de 2007."Los pueblos mandan a sus Juntas, no es que las Juntas hacen lo que quieren. Aquí el pueblo es el que manda", dicen los insurgentes. "Para ser integrante de la Junta de Buen Gobierno no se obtiene en hacer campañas políticas, donde se gastan millones de pesos, ni a través de algún partido político. Sino que se hace en asambleas de los pueblos y de ahí depende de la voluntad de la mayoría del pueblo". "La función de la Junta de Buen Gobierno es equilibrar el apoyo de todos los municipios y las comunidades zapatistas dentro de nuestro territorio, organizar, orientar, animar, aconsejar, solucionar problemas y gobernar en una forma de mandar obedeciendo, proponiendo y no imponiendo. Esto lo hacemos sin ninguna intervención de los partidos políticos"."Los municipios autónomos deciden orientaciones a través de la Junta de Buen Gobierno para poder resistir todos los golpes y programas del mal gobierno en todas las comunidades zapatistas. Así se pone en práctica la verdadera democracia, la de mandar obedeciendo. Solamente tratamos de cumplir nuestro compromiso, dar nuestro servicio al pueblo. De esta manera cumplimos nuestro mandato al pueblo, sin recibir ningún sueldo, más que el deber cumplido".Una trama original y complejaLejos de la visión romántica –y un tanto ingenua en cuanto a los principios organizativos y políticos del EZLN- que circula en algunos ámbitos intelectuales, los zapatistas han construido una sólida organización, poniendo énfasis en desarrollar herramientas que sustenten la construcción de poder popular que van realizando a través de diversos proyectos autogestivos. Estas reivindicaciones –que representan un avance importante en cuanto a la posibilidad de acceder a derechos humanos básicos, negados durante siglos, como es el caso de la salud y la educación- se sustentan a través de una estructura organizativa que combina horizontalidad en cuanto al trazo grueso de la política con una ajustada verticalidad en la ejecución de las decisiones. El propio ejercicio del autogobierno asume claramente esas características: las comunidades se agrupan en Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas. Cada municipio es gobernado por un Consejo Autónomo, integrado por delegados de las comunidades de base. A su vez, los distintos municipios se agrupan en los Caracoles, cuyo mando recae en la Junta de Buen Gobierno. Este organismo está integrado por delegados de los MAReZ, que de este modo tienen a su cargo tareas de relaciones con la sociedad civil y coordinación de proyectos comunes a todos los municipios del caracol.Entre las funciones de la Junta se encuentra trabajar en coordinación y comunicación en todos los municipios autónomos, fortaleciendo los diferentes proyectos de salud, educación, agroecología y las sociedades cooperativas a través de las cuales comercializan café y productos textiles. También la recepción de los visitantes nacionales e internacionales, que en el caso de algunos caracoles, como Oventik, alcanza una magnitud considerable.Tanto las funciones que se podrían definir como estrictamente políticas como las que tienen que ver con la coordinación de distintos proyectos productivos y comunitarios se ejercen verticalmente, a través de los responsables elegidos colectivamente, sin someter cada problema a asamblea permanente. Las decisiones ejecutivas de los miembros de la Junta de Buen Gobierno o de los Consejos Autónomos Municipales o de los coordinadores o promotores de proyectos se enmarcan en un trazo grueso definido a través de un proceso complejo por las comunidades organizadas en el EZLN. Este proceso incluye distintas instancias de discusión y ejecución: desde asambleas de todos los pobladores, consejos de responsables, de representantes, comités de tareas específicas -como justicia, asuntos agrarios, salud, educación, cultura, producción- hasta, en los lugares donde existen, las autoridades tradicionales y los consejos de ancianos. Los delegados y encargados surgidos de esos mecanismos están sujetos a la revocación de los mandatos. Se intenta conjugar así democracia de base, participativa, con el cumplimiento eficaz de los objetivos de la organización, a partir de las necesidades, actividades y cursos de acción definidos como prioritarios por el conjunto.Si bien las JBG son una creación relativamente reciente, el principio político y organizativo de "mandar obedeciendo" recorre la historia de la organización casi desde sus inicios. La propia estructura específicamente militar del EZLN está construida de acuerdo a este modo. En el escalón más bajo de la cadena de mandos se encuentran los insurgentes, en otro nivel los milicianos y luego los distintos grados jerárquicos (teniente, capitán, etc.), donde el más alto es el de Subcomandante insurgente, pero también se encuentra subordinado a una estructura colectiva: el mando máximo es el Comité Clandestino Revolucionario Indígena - Comandancia General (CCRI-CG) del EZLN; y está formado hombres y mujeres que representan a los diferentes pueblos y regiones que integran la organización."Fue nuestro camino siempre que la voluntad de los más se hiciera común en el corazón de hombres y mujeres de mando. Era esa voluntad mayoritaria el camino en el que debía andar el paso del que mandaba. Si se apartaba su andar de lo que era razón de la gente, el corazón que mandaba debía cambiar por otro que obedeciera. Así nació nuestra fuerza en la montaña, el que manda obedece si es verdadero, el que obedece manda por el corazón común de los hombres y mujeres verdaderos. Otra palabra vino de lejos para que este gobierno se nombrara, y esa palabra nombró 'democracia' este camino nuestro que andaba desde antes que caminaran las palabras", señalaban en un comunicado de 1994."Nosotros ya teníamos un territorio controlado y para organizarlo fue que se crearon los municipios autónomos", explicó hace algunos años el entonces Mayor Insurgente de Infantería Moisés. "Al EZLN le sobran ideas de cómo es un pueblo organizado y libre. El problema es que no hay un gobierno que obedezca, sino que hay un gobierno mandón que no te hace caso, que no te respeta, que piensa que los pueblos indígenas no saben pensar, que quieren tratarnos como indios patarrajadas, pero la historia ya les devolvió y les demostró que sí sabemos pensar y que sabemos organizarnos. La injusticia y la pobreza te hacen pensar, te producen ideas, te hacen que pienses cómo hacerle, aunque el gobierno no te escuche".

Una nueva etapa: el impulso de espacios de articulación

01/01/20086- LA SEXTA DECLARACIÓN Y LA OTRA CAMPAÑA
Una nueva etapa: el impulso de espacios de articulación
Boletín Especial EZLN - Prensa De Frente en Chiapas - En junio de 2005, el EZLN volvió a sacudir el escenario político mexicano al lanzar un alerta roja, mientras realizaba una consulta a sus tropas insurgentes, a los comandantes y comandantas, a los responsables regionales y locales y a sus bases de apoyo. El resultado de la consulta fue la aprobación con un 98% de una nueva iniciativa política, expresada a través de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. "El 1º de enero de 1994 dijimos que queremos la democracia, la libertad y la justicia para todos los mexicanos, aunque más bien nos concentramos en los pueblos indios. Porque resulta que nosotros del EZLN somos casi todos puros indígenas de acá de Chiapas, pero no queremos luchar sólo por su bien de nosotros o sólo por el bien de los indígenas de Chiapas, o sólo por los pueblos indios de México, sino que queremos luchar junto con todos los que son gente humilde y simple como nosotros y que tienen gran necesidad y que sufren la explotación y los robos de los ricos y sus malos gobiernos aquí en nuestro México y en otros países del mundo", señala la Sexta Declaración, que convoca a formar La Otra Campaña, un espacio de articulación al que convoca “a las organizaciones políticas y sociales de izquierda que no tengan registro, y a las personas que se reivindiquen de izquierda que no pertenezcan a los partidos políticos con registro, para organizar una campaña nacional, visitando todos los rincones posibles de nuestra patria, para escuchar y organizar la palabra de nuestro pueblo. Entonces es como una campaña, pero muy otra porque no es electoral". "Tal vez unidos con otros sectores sociales que tienen las mismas carencias que nosotros, será posible conseguir lo que necesitamos y merecemos. Un nuevo paso adelante en la lucha indígena sólo es posible si el indígena se junta con obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados… o sea los trabajadores de la ciudad y el campo", expresó el EZLN. Entre agosto y septiembre de 2005 se realizaron encuentros con distintas organizaciones de la sociedad civil, en seis fines de semana. Las reuniones preparatorias reúnen a los indígenas zapatistas “con Organizaciones Políticas de Izquierda; con Organizaciones Indígenas y Pueblos Indios de México; con Organizaciones y Movimientos Sociales de Izquierda; con Organizaciones No Gubernamentales, artísticas, culturales, grupos, colectivos, etcétera; con Mujeres, hombres, ancianos, niños y niñas, a título individual, familiar, de comunidad, calle, barrio, o vecindad; con Otros (o sea los que no pudieron asistir en ninguna de las fechas anteriores)”. Las condiciones del diálogo estaban previstas en la Sexta. "El EZLN establecerá una política de alianzas con organizaciones y movimientos no electorales que se definan, en teoría y práctica, como de izquierda, de acuerdo a las siguientes condiciones: - No a hacer acuerdos arriba para imponer abajo, sino a hacer acuerdos para ir juntos a escuchar y a organizar la indignación; no a levantar movimientos que sean después negociados a espaldas de quienes los hacen, sino a tomar en cuenta siempre la opinión de quienes participan; no a buscar regalitos, posiciones, ventajas, puestos públicos, del Poder o de quien aspira a él, sino a ir más lejos de los calendarios electorales; no a tratar de resolver desde arriba los problemas de nuestra Nación, sino a construir DESDE ABAJO Y POR ABAJO una alternativa a la destrucción neoliberal, una alternativa de izquierda para México. - Sí al respeto recíproco a la autonomía e independencia de organizaciones, a sus formas de lucha, a su modo de organizarse, a sus procesos internos de toma de decisiones, a sus representaciones legítimas, a sus aspiraciones y demandas; y sí a un compromiso claro de defensa conjunta y coordinada de la soberanía nacional, con la oposición intransigente a los intentos de privatización de la energía eléctrica, el petróleo, el agua y los recursos naturales”. El 1º de enero de 2006 el Subcomandante Marcos -en su carácter de delegado Zero- inició un recorrido en motocicleta por buena parte del país, inaugurando la primera etapa de La Otra Campaña, dirigida a “escuchar y hablar directamente, sin intermediarios ni mediaciones, con la gente sencilla y humilde del pueblo mexicano”. Como parte de los diálogos con diversos pueblos, los indígenas mayas, tomaron contacto con la grave situación que viven los cucapá y los kiliwa, dos comunidades del norte de México que están al borde la extinción, tras siglos de persecución y despojos, a lo que se suma ahora la prohibición de pescar para subsistir, en su propio territorio. Enterados de la decisión de los kiliwa de dejarse extinguir, los integrantes de la Comisión Sexta del EZLN anunciaron el comienzo para abril de 2007 de la segunda etapa de La Otra Campaña en El Mayor, en el Estado de Baja California, momento en que desarrolló actos simultáneos en el norte del país, en recuerdo a Emiliano Zapata, a 88 años de su asesinato. La segunda etapa tiene que ver con las demandas concretas a través de las que “según lo que vamos escuchando y aprendiendo, vamos a ir construyendo, junto con esa gente que es como nosotros, humilde y sencilla, un programa nacional de lucha, pero un programa que sea claramente de izquierda o sea anticapitalista o sea antineoliberal, o sea por la justicia, la democracia y la libertad para el pueblo mexicano”. El lanzamiento formal de esta segunda etapa fue escenario, en marzo de 2007, de un encuentro virtual entre los zapatistas, la Vía Campesina –que no integran, y con cuyos afiliados mexicanos han tenido profundas diferencias- y el Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST) de Brasil, que acercó una carta de solidaridad ante las agresiones paramilitares a las bases de apoyo zapatistas, firmadas por militantes sociales y personalidades de la cultura de Brasil y Uruguay. Durante todo el 2007, La Otra Campaña trabajó por instalarse como una referencia nacional, que todavía no parece haber alcanzado completamente, a pesar de reunir una gran cantidad de colectivos autónomos de distintos sectores, prácticamente en todo el territorio del país. Entre sus luchas principales está la demanda de libertad a los presos de Atenco y Oaxaca, en un contexto de endurecimiento de la represión y aumento de la tensión política en México, agravada luego del triunfo –denunciado como fraudulento- del derechista Felipe Calderón Hinojosa (PAN) sobre Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del centroizquierdista PRD.El EZLN sostiene una dura posición respecto a AMLO y el PRD, al considerar que lleva adelante “una política que no tiene nada de revolucionaria ni de democrática, ya no digamos de izquierda”. En los cuestionamientos, ocupa un lugar central la responsabilidad de integrantes del PRD en ataques a bases de apoyo zapatistas en Zinacantán, Las Margaritas, Altamirano y Ocosingo. Las fuertes críticas, explicitado durante la campaña electoral y luego de ella, provocó el distanciamiento de algunos sectores que en momentos anteriores apoyaban a los zapatistas, pero que ahora se mantienen al margen de La Otra Campaña. En paralelo al esfuerzo por seguir construyendo La Otra, durante el 2007 el EZLN continuó fortaleciendo sus vinculaciones con movimientos de pueblos originarios, a través de iniciativas específicas, a nivel nacional y continental. Entre el 11 y el 14 de octubre se realizó en Vícam, Estado de Sonora, el Encuentro de Pueblos Indígenas de América, en el que participaron una gran cantidad de pueblos originarios de México, Estados Unidos y Canadá, y en menor número, de Centro y Sudamérica.A nivel global, el EZLN impulsa la Zezta Internacional, que está coordinada pro el Teniente Coronel Insurgente Moisés y tiene como principal función continuar el diálogo -mantenido desde el Primer Encuentro contra el Neoliberalismo- con una gran cantidad de colectivos y personas que en los cinco continentes simpatizan con la política zapatista. Con este fin, en el 2007 se realizaron tres Encuentros de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo. El último encuentro “intergaláctico” fue a fin de año en La Garrucha y estuvo reservado a las mujeres. “Aquí están presentes las compañeras presas de Atenco, aquí están presentes las compañeras presas de Oaxaca, aquí están también presentes las compañeras de Vía Campesina”, dijo la Comandanta Dalia el 28 de diciembre, en la apertura del “III Encuentro de los Pueblos Zapatistas con los Pueblos del Mundo, La Comandanta Ramona y las Zapatistas”, en el que todos los trabajos de ponencia, relatoría, traducción y demás participaciones fueron realizados exclusivamente por mujeres. “Para intercambiar cocimientos y experiencias de lucha, como mujeres que somos del mundo, para tener la libertad que tanto la merecemos y tener concretamente los derechos, para la creación de un mundo mejor. Por eso nos encontramos reunidas”. Fallecida en enero de 2006, la Comandanta Ramona es un símbolo de la lucha de hombres y mujeres zapatistas. El encuentro que lleva su nombre tratará sobre cómo están organizadas y sostienen la lucha las mujeres del EZLN, construyendo una de la experiencias de organización social más importantes del mundo.